Aunque muchos sospechaban que los pumas, también conocido gatos monteses y leones del bosque, habían sido eliminados en el este de los EE.UU, otros creían que permanecían todavía allí evadiendo a los seres humanos en cuanto a su paradero, lo que les llevó a su apodo de “gato fantasma.”
Los pumas del este, o pumas orientales, una vez prosperaron, pero se convirtieron en víctimas de la caza deportiva y los temores, también sufrieron un descenso del venado de cola blanca, su principal presa, lo que condujo su caída, fueron posteriormente agregados a la Ley de Especies en Peligro en 1973, actualmente están extintos.
La pérdida de un depredador superior ha acarreado un aumento en las poblaciones de ciervos, y una disminución de la salud del bosque en el este de América de norte, aunque algunos expertos creen que el puma occidental finalmente hará su camino hacia el oriente para llenar el vació, esto está por ver.
Los venados de cola blanca ahora son una plaga, colapsando el ecosistema de las costas del este de norte América, son herbívoros voraces, y ahora no están dejando a los bosques y plantas en general regenerarse adecuadamente. Varios expertos incluso están valorando la idea de introducir, lobos y pumas occidentales para que de esta manera, naturalmente, adelgacen las manadas de ciervos a través de la depredación directa, mientras que también actúen como “pastores naturales”, obligando a los ciervos a ser permanecer vigilantes y “dejar de solo pastar como si fueran ganado.”
Este es un ejemplo de cómo una subespecie con millones de años de existencia desaparece en solo unos pocos decenios de humanidad, de cómo destruimos y luego lamentamos las consecuencias, consecuencias que ni los expertos pueden predecir. Solo esperemos no darnos cuenta un día que ha sido demasiado tarde para la humanidad.
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